miércoles, 27 de junio de 2012

TULA PORTENTOSA ZONA ARQUEOLOGICA

Y SUS INCREÍBLES ATLANTES
Por: Roberto S. Contreras Esparza
Recientemente, durante una investigación que realizábamos fuimos a dar a una interesante zona arqueológica, de las mas importantes del centro del país y de origen Tolteca y por la relevancia e interés del mismo, no podíamos dejar pasar la oportunidad para escribir algo sobre ese rico legado de construcciones que por fortuna están ahí, para que las visitemos y aprendamos más de ese patrimonio cultural que nos ofrece. Ya en otras ocasiones, hace algunos años habíamos escrito sobre esta gran ciudad prehispánica, pero el pretexto es ideal y aquí le mostramos un poco más de su historia, de su gran jerarquía entre los pueblos de Mesoamérica y por lo cual, les mostramos lo siguiente:
TULA UNA ANTIGUA GRAN CIUDAD
La Zona Arqueológica de Tula es las más importantes de la cultura Tolteca. Está formada por un conjunto de construcciones con un profundo simbolismo religioso como son el Altar Central, el Palacio Quemado, el Coatepantli o Muro de las Serpientes, los Juegos de Pelota y el Tzompantli. Pero, si nos adentramos en su rica historia, más sobre la ciudad de Tula se ha averiguado que las investigaciones arqueológicas han podido confirmar que esta metrópoli era uno de los centros urbanos más extensos de Mesoamérica, con cerca de 15 km2 durante su apogeo, que fue aproximadamente entre 900-1150 d.C. De esta forma, se sabe que era una ciudad con una gran complejidad económica, política y étnica, con miles de habitantes agrupados en distintas clases sociales, entre ellas nobles, sacerdotes, artesanos, agricultores y otros especialistas. Dentro de la ciudad se han identificado docenas de barrios con sus propios centros administrativos y templos. El gran avance cultural y la escala urbana de Tula confirma que tenía el esplendor y la magnitud suficiente para ser identificado como la gran Tollan descrita en muchas de las crónicas de los pueblos del Altiplano de México que sobrevivieron a la conquista española.
TULA LA GRAN TOLLAN
Tollan es la primera ciudad del Centro de México sobre la cual hay registros históricos, en los que se habla de grupos étnicos específicos, continuidades dinásticas con nombres de reyes, migraciones, nombres de provincias conquistadas y ciclos épicos del Rey-Dios Topiltzin Quetzalcóatl. Estudiosos renombrados han señalado que los mexicas del siglo XVI identificaron claramente los vestigios de Tula (en el estado de Hidalgo) como la antigua Tollan. Desde 1934, se confirmo la correspondencia entre los nombres de diversos lugares mencionados en crónicas y documentos sobre Tollan con sitios localizados en los alrededores de Tula. Entre esas fuentes se encuentran la obra de Sahagún, los Anales de Cuauhtitlán, la obra de Ixtlilxóchitl y la Historia Tolteca-Chichimeca. En 1946 se presentó un famoso mapa con los lugares históricos cercanos a Tula mencionados en las crónicas toltecas.
COMPARACIONES Y REFERENCIAS TRACENDENTES
Es fundamental entender la importancia y similitud histórica de Tollan o Tula. Por ejemplo, Sahagún llama a la Tula donde residía el rey Quetzalcóatl, Tollan Xicocotitlan, es decir “Tula junto a Xicococ”; existe en efecto, cerca de Tula, el famoso cerro Jicuco. Sahagún menciona también a Xippacoyan (el actual San Lorenzo, cercano a Tula), llama al río Tula como Texcalapan, nombre que se encuentra en un mapa del siglo XVIII sobre el área de Tula, que se conserva en el Archivo General de la Nación, y menciona a Xochi-tlán que se sabe que está hacia el poniente de Tula. En los Anales de Cuauhtitlán se menciona al cerro Xicococ como el lugar donde residía un sacerdote con el cargo de Quetzalcóatl, y también al cerro Cincoc (el moderno cerro Jorobas), al norte de Huehuetoca y visible desde Tula. Otro lugar de gran importancia ubicado cerca de Tula es Huapalcalli, “Casa de Vigas”, donde los informantes de Sahagún dicen que los toltecas vivían antes de que ellos fundaran Tollan.
SITIOS RELEVANTES DE LA MAGNIFICA TULA
Tula aún guarda grandes sorpresas de su pasado para mostrarnos y la arqueología oficial sigue trabajando para descubrir más de sus secretos, pero por ahora al estar en esta antigua ciudad podemos encontrar que entre los lugares a visitar en esta interesante zona, destacan por su importancia sitios como: 
ATLANTES: Uno de los atractivos principales de la Zona Arqueológica de Tula son los famosos Atlantes de 4.8 m de altura, cada uno de ellos labrado en piedra basáltica, quienes custodian la parte superior del Templo de Trahuizcalpantecutli o “Estrella de la Mañana”. Se dice que estos gigantes sostuvieron el techo del adoratorio dedicado a Quetzalcóatl, por lo que se cree que los Atlantes simbolizan a su ejército.
EL COATEPANTLI O MURO DE LAS SERPIENTES: Es una construcción decorada con almenas en forma de caracol que simbólicamente representa la resurrección de Quetzalcóatl cada mañana.
IMPRECIONANTE CHAC-MOOL
EL CHAC-MOOL: Para nuestros antepasados, el dios Chac-Mool representaba la fertilidad  del ser humano y de la tierra, por lo que tenía un lugar importante en su  vida.  En Tula, al igual que en Teotihuacán, Chichen Itzá y Xochicalco,  se encuentra una de estas figuras de piedra.  Esta figura se encuentra dentro del Museo Jorge R. Acosta.
PAPALOTL: Otro elemento que se observa en  los Atlantes, es el escudo que  tienen en el pecho, un símbolo mítico ya que la figura de Quetzalcóatl tenía dos formas de manifestarse: la serpiente  emplumada y la mariposa o  Papalotl.
PALACIO QUEMADO: En este lugar se encuentran los restos más significativos del Arte Tolteca, una banqueta adornada por una procesión de 13 personajes. En los grabados de  piedra se ilustra a los jefes toltecas con collares y brazaletes en manos y tobillos. Los restos muestran evidentes danos de un incendio deliberado, ya sea por los aztecas o por los conquistadores españoles.
JUEGO DE PELOTA: Rodeando la plaza había tres juegos de pelota donde se  realizaban encuentros de naturaleza ritual y sacra. La construcción que se puede observar actualmente es de grandes dimensiones y tienen un gran parecido al  juego de Chichen Itzá.
LA GRAN TULA Y EL EXPLENDOR DE SU PASADO
Tula es considerada, junto con Teotihuacán y Tenochtitlán, una de las ciudades más grandes del Altiplano Central mexicano, la cual entre 900 y 1150 d.C. tuvo una extensión de casi 16 km2 y una población de miles de habitantes. Asimismo, su área de influencia se extendió hacia el Centro de México y otras regiones como el Bajío, la Huasteca, la costa del Golfo, la península de Yucatán, y hasta regiones más distantes como el Soconusco, la costa del Pacífico en Chiapas, Guatemala y El Salvador. La importancia de Tula también se debe a que hay datos etnohistóricos sobre diversos aspectos de su historia y su cultura: nombres de reyes, relatos sobre la fundación de la ciudad, así como de su conquista y decadencia. Tula se convirtió en el prototipo de diversas instituciones y conceptos religiosos del pueblo mexica. Como resultado de las diversas investigaciones realizadas en la ciudad, se conoce con exactitud su extensión y aspectos importantes de su crecimiento y desarrollo, así como sobre su organización económica, social y política.
ALGO MÁS SOBRE LA CIUDAD TOLTECA
De acuerdo a fuentes oficiales de exploraciones arqueológicas publicadas en varios sitios sobre esta gran orbe, encontramos investigaciones sobre la antigua ciudad que comenzaron en los cuarenta del siglo XX. Por ese entonces, el arqueólogo Jorge R. Acosta realizó excavaciones y trabajos de restauración en la sitio, los que continuaron durante los siguientes 20 años. Sus esfuerzos se centraron en cinco de los edificios que circundan la plaza central de Tula, los monumentos más grandes e importantes, el Palacio Quemado, un gran conjunto arquitectónico porticado situado al oeste, el Juego de Pelota No. 1, localizado en la plazoleta norte y el muro conocido como Coatepantli.
LOS DESCUBRIMIETOS CONTINUAN
En años posteriores, en especial a partir de los setenta, diversos arqueólogos del INAH y de otras instituciones han realizado proyectos de conservación y restauración en la misma zona, así como investigaciones en otras áreas de la antigua ciudad. Entre 1968 y 1970, Eduardo Matos excavó y restauró dos estructuras importantes, el Juego de Pelota No. 2, en el extremo oeste de la plaza principal, y una pequeña plataforma rectangular que funcionó como Tzompantli, localizada en la plaza, frente a ese juego de pelota. En 1979, el Centro Regional Hidalgo realizó algunos trabajos de conservación en el área. El mismo centro desarrolló, entre 1980 y 1982, un programa de excavaciones en diversos puntos de la zona arqueológica de Tula, como los cerros El Tesoro y Malinche, trabajos estos últimos coordinados por Rafael Abascal, que también incluyeron el mantenimiento de la zona monumental. Se excavó parcialmente la gran plataforma y una serie de estructuras en las terrazas inferiores, localizadas fuera de la zona arqueológica.
LA GRAN TULA
Esto es algo de lo mucho que podemos encontrar al indagar, leer y sobre todo, visitar esta magnífica orbe de nuestro pasado y estamos seguros, que Tula cuenta con una historia extraordinaria y que por fortuna la tenemos en México, una más de nuestras razas que nos dieron origen y que aun podemos contemplar en el estado de Hidalgo.

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